Una mosca fósil de Álava 'revive' en Namibia

Una mosca descrita en 1999 como fósil de tiempos de los dinosaurios, hallada en ámbar de Álava y de Asturias, ha sido encontrada viva en Namibia. Son moscas peculiares por la morfología de sus antenas y ciertas características de la nerviación de las alas, informa el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), algunos de cuyos miembros participaron en la descripción original, que dató los fósiles en 110 millones de años.

El hallazgo le ha privado de su nombre, Alavesia, ya que sus descubridores -Bradley Sinclair y Ashley Kirk-Spriggs- la han reubicado en la familia Atelestidae en el trabajo publicado en la revista Systematic Entomology, tras haber podido estudiarla con más detalle que en el ámbar.

El descubrimiento de una criatura viva que los expertos creían extinguida desde hace millones de años permite albergar esperanzas de descubrir otro mundo perdido en el macizo montañoso Brandberg, la zona de Namibia donde se ha realizado el descubrimiento, que parece ser un refugio de formas primitivas.

El macizo Brandberg, situado en la región del Damaraland al noroeste del desierto de Namibia cerca de la costa, es una espectacular intrusión granítica circular de 650 kilómetros cuadrados, encajada en medio del desierto de Namibia. Ya hace algunos años aparecieron en esta zona los primeros ejemplares vivientes del orden de insectos mantofásmidos, que se conocían previamente como fósiles en ámbar báltico, estudio en el que también intervinieron miembros del equipo español. Posiblemente esta región sea como una ventana a tiempos remotos donde los insectos habrían seguido una evolución sin grandes cambios, seguramente por aislamiento.

Fuente: El Pais.com

Gracias a J.S. por el apoyo.

Nota dezpierta: Estamos continuamente viendo como la teoría de la evolución y los científicos que la promueven y se apoyan en ella reciben una y otra vez golpes propinados por la propia naturaleza que evidencian la insostenibilidad de la teoría y las grandes carencias y errores que se encuentran en ella.

El hecho de que hayan determinado como prehistórico un animal sólo porque no lo habían visto en la actualidad y la inexactitud bestial de la datación de los fósiles deja en evidencia la soberbia con la que actúan muchos investigadores.

Pero, tristemente, la necesidad egoista de no creer en un Dios amoroso, ha llevado al mundo a abrazar una teoría que disculparía que nos comportáramos como animales, ya que según los científicos, apenas un 1% de nuestro ADN es diferente al de ellos. El "haz lo que te de la gana, no hay nadie mirando y a nadie le importa lo que tu hagas" es perfectamente compatible con la idea de que simplemente somos unos primates evolucionados.

En fin, después de tanta evidencia, creo que muchos de los que creen en la teoría de la evolución no lo hacen por convicción sino por conveniencia y el resto prefieren mantenerse en la ignorancia, que ahí se está bien a gustito.

Que Dios os bendiga.

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